Como la casa está toda patas arriba, no vale la pena ni siquiera limpiar demasiado hasta que hayan acabado, así que no cocino mucho. La receta de hoy, como veréis, es muy versátil, así que es ideal para cuando no podemos dedicar demasiado tiempo a preparar los tuppers para ir a trabajar...
Cuando vi a Laurita, de Cocinax2 hacer su fiambre casero no dudé que yo también tenía que probarlo. Y es que le tengo mucha manía a la pechuga de pavo esta comprada. De vez en cuando sí que compro un taco de ésos, para hacerlo taquitos pequeños y ponerlo en una ensalada o algo así... pero loncheado, para sustituir al jamón cocido: jamás de los jamases.
Uno de los motivos es porque dudo de la cantidad de pechuga de pavo que llevan realmente, porque entre los ingredientes siempre hay una cantidad de féculas y azúcares que considero innecesarios. Por eso mismo aguanta más en la nevera sin estropearse que un jamón cocido "de los buenos", de los que no llevan azúcares ni fécula de patata o similares... el fiambre de pechuga de pavo industrial tampoco tiene olor apenas (con lo que más rabia me da y más impresión de que de "carne" lleva poca cosa), y aunque sea más baja en grasas que el jamón cocido a mí no me compensa.
Así pues decidí hacer el fiambre de pechuga de pavo en casa, y aunque lo vaya a conservar en aceite (con las calorías que éste aporta) lo preferí a la comprada repleta de féculas y azúcares.
Lo primero que hice fue buscar una pechuga de pavo, pero sólo encontré los solomillos de la pechuga, no la pechuga entera. Compré un par. La sal especial para hornear ya la tenía en casa, y el aceite y las especias también, así que ya podía empezar...
INGREDIENTES
-1 pechuga de pavo entera, o 4 solomillos de pechuga (o lomo de cerdo, si lo preferimos) de aproximadamente 1 kg.
-Sal para hornear (o sal gorda) en cantidad suficiente para cubrir la pechuga por completo
-Aceite de oliva virgen extra (yo: Esencia Hojiblanca)
-Hierbas y especias al gusto (yo: Grill de carne Carmencita, con flor de sal, mostaza en grano, pimienta negra, pimienta rosa, eneldo, orégano y mejorana)
PREPARACIÓN
(Para utilizar el mínimo de sal imprescindible, recomiendo emplear una fuente apta para horno del tamaño lo más ajustado posible a la carne que vayamos a hornear)
-Poner el horno a precalentar a 200ºC.
-Poner una capa de sal de 1 dedo de grosor en la fuente de horno.
-Colocar la pechuga encima (podemos atarla con hilo de rustir para que quede con la forma lo más regular posible y así evitamos que se cocine más por las puntas que por el medio y nos pueda quedar reseca).
-Cubrir la carne con abundante sal hasta que quede tapada por completo (cuanto más grande sea la fuente, más se esparcirá la sal y más cantidad deberemos usar, de ahí mi recomendación de usar una fuente más bien pequeña).
-Hornear (en el horno ya precalentado) durante unos 50 minutos (sabremos que ya está listo cuando se resquebraje el bloque de sal).
-Sacar la pechuga de la fuente (con cuidado... ¡que quema!), quitar todos los restos de sal de la superficie.
-Cuando se haya enfriado, cubrir con papel film y dejar reposar en la nevera durante 1 día, para que coja rigidez.
-Al día siguiente, preparar los tuppers donde lo conservaremos, y el aceite y hierbas/especias.
-Lonchear lo más fino posible, con un cuchillo fileteador si es posible.
-Llenar el fondo del tupper con aceite, poner una capa de lonchas, cubrir con aceite, espolvorear especias (sin pasarnos, que dan mucho sabor) y seguir haciendo capas, hasta rellenar más o menos la mitad del tupper. Presionar un poco las lonchas para que queden todas completamente sumergidas en el aceite.
-Conservar en la nevera (duran mucho tiempo, yo las he llegado a tener casi unas 3 semanas y no se me han estropeado...). También se pueden congelar.
NOTAS
-El aceite, al ser virgen, puede solidificarse un poco en la nevera, así que recomiendo sacar el tupper un rato antes de irlo a consumir, para que nos sea más fácil sacar las lonchas.
-Se pueden colocar las lonchas sobre papel de cocina antes de consumir, para quitarle así el exceso de aceite.
-Si hacemos menos cantidad de carne deberemos dejarla menos tiempo en el horno, para que no nos quede reseca.
-Según dice Laurita, también se puede conservar de una sola pieza en la nevera, e ir loncheándola a medida que la necesitamos, pero deberemos consumirla en una semana.
USOS
-Con unas rebanadas de pan casero y unas rodajas de tomate, es un desayuno ideal.
-Para preparar tuppers ultra rápidos:
OPCIÓN 1) echar en una sartén/cazuela salsa de tomate y un puñado de cebolla frita crujiente. Sumergir unas lonchas de esta pechuga de pavo quitándoles el exceso de aceite, calentar a fuego lento unos minutos y dejar tapado hasta que se enfríe por completo. Cuando lo vayamos a comer la carne tendrá el gustito del tomate, y la cebollita estará blandita. Se pueden añadir unos champiñones, por ejemplo.
OPCIÓN 2) preparar una ensalada con nuestros ingredientes preferidos, y añadir la pechuga de pavo a trocitos pequeños. Procurar incorporarla lo más escurrida de aceite posible, porque si no nos reblandecerá la lechuga. También podemos llevar la pechuga troceada en un tupper aparte, y añadirla a la ensalada en el momento que la vayamos a consumir.
OPCIÓN 3) pasar por la sartén una loncha de jamón serrano o bacon. Colocar varias lonchas de la pechuga de pavo, encima ketchup o salsa barbacoa, el jamón/bacon, y queso, y gratinar en el grill, al gusto.
Como veis, las opciones son infinitas, ¡todo es cuestión de imaginación! ¡Gracias a Laurita por darnos esta estupenda idea!
Este post ha sido redactado según el Código de Confianza C4C (Hojiblanca y Carmencita me han proporcionado gratuitamente las muestras para probarlas).