QUIÉN SOY YO

¡Hola!
Soy locasita y mi blog se llama A mí me gusta comer. Sí, sí... ¿y a quién no le gusta comer, verdad? La gente sonríe cuando le digo el nombre del blog, algunos hasta me miran de arriba a abajo y se les ve en la cara que están pensando “¡Y tanto que te gusta comer, niña! ¡Tú no estás de pasar hambre!”...

Desde jovencita he tenido que ocuparme de la cocina en casa, y pasé de ser una niña la mar de pitiminí para comer, a gustarme casi todo. Y es que no hay nada como investigar y experimentar en la cocina para aprender a valorar cada ingrediente, a crear y a comerte la comida con mucho más gusto... porque la has hecho tú. Además, desde siempre me he interesado por la nutrición y la alimentación, pero con alimentos fáciles de conseguir y sin tener que pasarnos el día entero en la cocina. Y cuando a alguien le gusta cocinar, le encanta intercambiar truquitos y recetas con sus “cocinillas” semejantes. Varias personas me “chinchaban” para que hiciera un blog con mis recetas, y al final caí en la tentación, cuando una amiga me enseñó el suyo y vi lo fácil que era la cosa...

Básicamente el blog lo hice para mí misma (cuando una amiga me enseñó el suyo y vi lo fácil que era), ya que tiendo a olvidar cómo hago las cosas, y quería poder tener las recetillas ordenadas, y con letra que se entienda. Y es que el peligro de tener las recetas en papel es que lo escribes rápido, con tachones, en papeluchos por ahí sueltos, y al cabo del tiempo, si tienes la suerte de encontrar el papel donde lo apuntaste... ¡cualquiera entiende lo que hay escrito! Reíros, reíros... sobre todo los que sabéis que soy bibliotecaria... pero ya se sabe que en casa del herrero... Y eso me pasa a mí, así que la manera más fácil de tener las cosas ordenadas era metiéndolas en el ordenador, que como su nombre bien indica ¡lo ordena tó!
Y oye, la cosa tenía su utilidad, y no sólo para mí. Cuando algún/a amiguito/a me preguntaba sobre alguna de las recetas que sólo conservaba en papel, el muy espavilao me decía: “oye, ¿y por qué no me la envías por e-mail en vez de tener que tomar nota yo ahora?” Y tentada estaba yo de escanear la libretita (que el que pide es vago, pero la que da –o sea, yo–lo es aún más), pero mi escáner es un aparato mú raro que saca lo peor de mí, así que me propuse hacer un esfuercito, cocinar las recetas de nuevo, fotografiarlas (a lo cutre, que la fotografía no es lo mío), y ponerlas en el blog. Y aún hay amiguitos que cuando me preguntan por la receta y les digo que la busquen, porque está en el blog, me dicen: “ufffff... ¿me pasas el enlace directo, porfi?”

Y poco a poco daba la casualidad de que alguien me pedía una receta, yo le enlazaba al blog (sin decir que era mío) pero la gente se iba dando cuenta de que las recetas llevaban mi firma... porque la gente es vaga, pero tonta no tanto. Luego el boca-oreja, y aún me sorprendo cuando alguien me para por los pasillos en el trabajo y me dice: “oyeeeeeeeeeeeeee, ¡qué chulo tu blog!”... “¿y quién te ha dado la dirección?”... y la cadena la pierdo, la verdad... La familia igual, claro está: hay quien me conoce porque es amiga de una amiga de mi hermana, o porque es el cuñado de la jefa de nosequién...
Bueno, y todo ésto sin hablar de la gente que te va descubriendo por internet... vamos, que ni me imaginaba yo, cuando empecé con el blog, que fuera a tener la de seguidores que tengo ahora... ni siquiera pensé que fuera a ser constante y conseguir mantenerlo todavía, dos años después.

Pero para mí el blog no es sólo una recopilación de recetas. Considero que las anotaciones respecto a posibles mejoras en la preparación, sensaciones al comerlo o las dificultades en la realización son absolutamente imprescindibles, y le dan un valor añadido al blog. También publico mis pifias, para que quien lo lea las pueda evitar. Y si todo ésto fuera poco, mi blog es también un diario de "desvaríos", como le llamo yo. Generalmente me gusta contar alguna historieta, alguna vivencia, cualquier cosa que despierte en quien lo lee una sonrisa, una sensación o una opinión... Así que, aunque muchas recetas son simplonas, los "rollos" que suelto previamente no suelen dejar indiferente... ¡ojo! que hay quien se las salta y va a la receta, y hay quien se recrea más en el desvarío que en la receta en sí... así que ¡tú eliges!

Espero que todos aquellos que paséis por aquí podáis disfrutar de alguna de mis recetas o de mis desvaríos. Podéis dejarme todos los comentarios que queráis... ¡un saludo!

-- Texto publicado también como presentación del blog en Blog Sin Lactosa, el 7 de diciembre de 2011 --

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