lunes, 24 de marzo de 2014

Bizcocho de yogur con melocotón

Hay veces que nos entra mono de dulce, y en casa lo más dulce que tenemos son yogures. En realidad es la situación ideal, porque si tienes muy a mano guarrerías varias está claro que acabas comiendo más de lo que deberías... pero bueno, si se tiene "sólo" un yogur y nuestro mono de dulce puede aguantar una horita más o menos, podemos hacer el famoso bizcocho de yogur, añadiéndole alguna fruta, para que sea más sano. Y si estamos en esa situación en la que tampoco tenemos fruta en casa (eso no debería pasar nunca... ¡pero a veces pasa!) podemos recurrir a una lata de melocotón en almíbar y arreando... ¡que sigue siendo fruta! jejejeje.


Ésta es otra de esas recetas que había quedado camuflada entre los borradores, y no sé por qué no la había publicado, hasta ahora.
Dicen que el bizcocho quedó muy bueno, muy jugosito, como todos en los que se añade fruta, que les da una jugosidad especial. Yo no lo probé, que soy alérgica al melocotón (a comérmelo, no a manipularlo), y no quería liarla parda... y la receta, de la fantástica Su, de Webos Fritos (aunque es la estándard del bizcocho de yogur, de toda la vida).


INGREDIENTES
1 yogur natural
3 vasitos del yogur de harina
1 vasito y medio del yogur de azúcar (o 2 si usamos melocotón natural)
1 vasito del yogur de aceite girasol o de oliva de sabor suave
3 huevos medianos
½ paquete de levadura Royal —8 gramos—
4 mitades de melocotón en almíbar (o 2 melocotones enteros si usamos el natural)
La ralladura de un limón (opcional)


PREPARACIÓN
Precalentar el horno a 180ºC, calor arriba y abajo
Poner todos los ingredientes en un bol —el melocotón partido en trozos pequeños—. Batir a mano o con una máquina eléctrica de varillas hasta que esté todo bien integrado
Engrasar el molde con un poco de mantequilla y verter en él la mezcla
Hornear 35 minutos a 180ºC, y otros 10-15 minutos más a 160ºC.
Sacar del horno y dejar que se temple
Desmoldar y adornar al gusto (yo no le puse nada)


NOTAS
-Vigilar la cantidad de azúcar, teniendo en cuenta si se usa el melocotón natural o en almíbar (necesitará menos azúcar). También se puede añadir parte del almíbar en sustitución de parte del azúcar, siempre teniendo en cuenta que si se añaden más líquidos el bizcocho quedará más mojado, y la prueba del palillo se deberá valorar de diferente manera (el palillo saldrá húmedo, aunque no tendrá restos de masa cruda, porque el bizcocho estará hecho).
-Si no nos importa tardar un poco más en la preparación, a mí me gusta más cuando al preparar la masa primero bato los huevos hasta que quedan bien espumosos, luego les añado azúcar y sigo batiendo hasta que blanquean, y después le añado el resto de ingredientes, la harina y levadura tamizados.
-Los clásicos nunca fallan, por eso el bizcocho de yogur siempre queda bien, y nos da mucho juego, pues le podemos añadir fruta, frutos secos, esencias, cacao, partirlo por la mitad y rellenarlo...

martes, 18 de marzo de 2014

Degustabox febrero

¿Qué tal ha ido el finde? yo he pasado un finde familiar muy divertido, y por supuesto he cocinado poco. Como siempre, con el pack Degustabox hemos tenido unas cuantas comidas apañadas, sin apenas esfuerzo, así que os voy a contar lo que me han parecido los productos, que sé que os gustan los cotilleos... jejeje. 
Si queréis ver el contenido de las otras cajas que ya he recibido, podéis chafardearlas aquí.

Por si todavía no lo sabéis, si os hacéis fans de su página en Facebook podéis participar en concursos y estar informados de todas las novedades. También os recuerdo que en Twitter podéis contactar con ellos a través de su cuenta, o mencionarles @Degustabox.

Además, si al registraros ponéis el código promocional GGZL0, obtendréis la caja por el precio final de 9,99€ (envío incluido), en vez de 14,99€. ¡Una oferta fantástica!

Estos son los productos que venían en la caja de este mes y, como siempre, hemos quedado muy satisfechos:


Y aquí los productos... uno a uno:

Bebida de frutas Açaí do Brasil (1,95 €)



Cuando recibí el pack e hice las fotos a todos los productos abrí el envase de Açaí do Brasil y lo probé. Me resultó muy dulzón y empalagoso. Como el envase admite el cierre sin problema, lo metí en la nevera para esperar a que lo probase mi marido, y cuando lo volvimos a probar en frío sí que nos gustó más. Tiene el dulzor empalagoso propio de los frutos rojos, pero en frío no se acusa tanto, y se puede tomar divinamente. No había probado nunca las frutas así, en plan smoothie o como se llame a eso, y me ha gustado, pero con esta combinación de frutas no sé si lo volvería a comprar, al menos para consumirlo así, tal cual. Seguro que para cócteles o postres puede dar mucho juego.

Eso sí, las propiedades del açaí lo hacen muy interesante, y esperemos que se introduzca más en nuestra dieta, pues tiene muchas vitaminas y da mucha energía (además que se complementa con guaraná) y… ¡es afrodisíaco! Vamos… que todo lo que tiene es bueno. 

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Tortillas de trigo Mexifoods (1,25 €) y relleno para fajitas Rancho Monterrey (2,99 €)


Generalmente, cuando vamos a comer fajitas, plantamos en la mesa una creperie para irnos calentando las tortitas a medida que las vamos comiendo. Así pues, colocamos el aparato y calentamos al micro el relleno para tortitas, debidamente escurrido, y con un chorrito de aceite. Una vez en la mesa, íbamos calentando las tortitas vuelta y vuelta y las rellenábamos. Yo, además, añadí queso crema para untar en la fajita, antes de ponerle el resto de relleno. La verdad es que tenía más esperanzas en el relleno. No está mal de sabor, pero hay muuuuuuuuy poco pollo. Si miramos las cantidades de cada ingrediente podemos ver que hay, a proporción, muchos más vegetales (cebolla: 21,2% y pimientos rojo y verde: 18,5% de cada uno; total de vegetales 58,2%) que pollo (22,8%), y debería ser al revés. El resto de ingredientes son los adobos, especias y agua.


Hemos hecho 2 fajitas en las que íbamos añadiendo el relleno rebuscando un poco para que hubiera “chicha”, y cuando nos hemos dado cuenta todo lo que quedaba eran vegetales, y ni un resto de pollo para la tercera fajita, aunque sí quedaba como para 1 o 2 fajitas más, sólo con verduras. La verdad es que preferimos rellenarlas con jamón dulce y queso y tirar lo que quedaba, porque cuando se hacen al wok las verduritas y quedan “al dente” sin estar excesivamente empapadas en líquido me podría comer varias fajitas así sin que me resultase empachoso, pero en este caso no estaban a mi gusto. Puedo decir que es el producto que menos nos ha gustado, más bien porque nos ha decepcionado.

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Chocolates Excellence Lindt Orange intense y Flor de Sal (1,89 €/ud.)


Dos variedades de chocolate con un mínimo de cacao del 47%. Chocolates negros pero suaves. Ideales para los fanáticos del chocolate.
Yo no soy muy amiga de la mezcla naranja/cítricos con chocolate, pero al llevar también almendras pensé que sería diferente. Verdaderamente sí que lo es, es un chocolate muy aceptable, aunque me sorprendió que además de naranja también llevase manzana y piña...
Se notan los trocitos de fruta entre el chocolate, no sólo su sabor, y en proporción ideal respecto a la almendra.
Igualmente, si tengo que elegir entre una de las 2 variedades está claro que elijo la de flor de sal. Quien tuviera la ocurrencia de añadirle sal al chocolate se merece un monumento. Dios... qué toque más genial... No hay muchas palabras más para definirlo... digno de probarlo, en la intimidad, rechupeteándolo en el sofá después de comer... ummmmmmmmmm!!!!

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Maggi Pasta oriental de ternera (0,75 €), Maggi Yakisoba (1,70 €) y Maggi Jugoso al horno pollo con patatas a la campesina (0,97 €)


La Pasta oriental lleva la famosa grasa de palma que tanto me horroriza, los otros productos no. Punto en contra de esta variedad, aunque tengo que admitir que hace años compraba este producto de manera habitual, ya que se prepara en un plis y es una ración individual, que te saca de un aprieto. Pero claro... eso era antes de preocuparme eso de las grasas trans. Pero sin ponernos demasiado tremendistas, de vez en cuando tampoco pasa nada por consumir un producto así (en este caso, el "de vez en cuando" quiere decir "cuando recibo algún producto para probarlo", pues yo no lo compro). Comparando con los Yakisoba (con aceite vegetal), a Alberto le ha gustado más la Pasta oriental, porque ésta tiene sólo un 0,3%  vegetales, y Yakisoba tiene un 8,6%. Y es que los vegetales deshidratados quedan con un toque "al dente" como si se hubieran cocinado en el wok, y a Alberto eso no le va demasiado.
De sabor hay que admitir que la Pasta Oriental también está muy buena, aunque a mí me gustó más el Yakisoba. Este tipo de fideos a mí me encantan.


Con un poco de pechuga de pavo adobada, y tenemos lista la comida... ya-tá!!! :-)



De la gamma Directo al horno ya la había probado, pero el Jugoso al horno era nuevo para mí... Una mezcla entre el Directo al horno y el Jugoso a la sartén........ vaya lío con los nombres, jolín!!!

Cuando descubrí la gamma Directo al horno tenía un horno que era un demonio que me quemaba las bolsas irremediablemente, y le cogí manía porque la bolsa se pegaba al pollo y siempre tenía la duda de si, entre la carne, estaba consumiendo pequeños trocitos del plástico de la bolsa. Pero aquello cambió en cuanto cambié la cocina y, con ella, el horno.
Admito que muchas veces no uso la bolsa porque me gusta más cocinar en un buen envase de pyrex, y así poder remover el pollo durante el cocinado, pero esta vez lo hice tal cual pone en el paquete.
Decir que 800 gramos de muslos de pollo son 2 muslos, que partí en 2 cada uno, pero al no ser que alguno de los comensales sean niños que con el jamoncito del pollo tiene suficiente, creo que no da para 4 raciones, sino para 3. Aunque por otra parte, creo que podría haber añadido otro muslo e igualmente no habrían quedado faltos de salsa...


Tanto el pollo como las patatas quedaron bien, aunque yo prefiero los directo al horno, en los que hay menos salsa y la piel del pollo queda más crujientita.
El pollo queda ideal para llevar en tupper, y añadiéndole bien de salsita, chafé las patatas en la salsa, para que chupasen bien la sustancia.... ¡y venga pa dentro!


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Barritas artesanas de pipas y soja Velarte (0,90 €/ud.)


Hacía tiempo que no comía palitos/barritas de pan como tentempié. Me ha gustado recuperar esa costumbre. Además, yo soy más de picotear salado que no dulce, con lo que estas barritas me resultaban ideales. Son bastante sanotas, pues están cocinadas al horno, no fritas (bueno, como todas las barritas de pan del estilo, ¿no?). De las dos variedades, me ha gustado más la de pipas, pues tienen un toque más saladito, aunque tienen más calorías, sal y grasas que las de soja y sésamo, así que sería aún más sana la variedad de soja (siempre y cuando la soja no sea de cultivo transgénico o cosas de esas raras que no acabo de entender pero que me dan un poco de yuyu).
Se comen sin darse cuenta, cosa buena para la marca pero mala para quienes las consumimos, que siempre acabamos comiendo por gusto de la boca y no por hambre, aunque hay que admitir que es mucho más sano comer estas barritas que muchos otros snacks igual de adictivos pero con muchas más calorías, grasas o azúcares.
Ideales para tener en el trabajo y comer unos cuantos cuando vemos que no aguantaremos hasta la hora de comer en condiciones de lucidez óptimas (es que a mí el hambre de ciega…). Más o menos igual de ricas que algunas otras marcas que recuerdo haber probado anteriormente.

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Brownie con Oreo de Royal (3,63 €)


Los preparados para postres es lo que tienen: una cantidad de azúcar que mejor ni saber, porque aunque nos guste mucho el dulce cuando los preparamos en casa totalmente caseros, imagino que por propia sugestión de ver la cantidad de azúcar que llevan las recetas, le acabamos poniendo menos, y el postre sabiendo igualmente dulce y bien rico. Pero también hay que tener su gracia y no tenerle miedo, porque hay mucha gente que le tiene pavor a los postres y prefiere recurrir a los preparados, que SIEMPRE salen bien (al no ser que nos falle el horno).

En este caso, además, no necesitamos apenas nada, porque hasta el molde viene incluido en el envase. Yo no confiaba mucho en él, pues era un cutre-cartón, pero resultó genial, y luego no había que lavar apenas cacharros, sólo donde hicimos la mezcla: polvos, un huevo y mantequilla o margarina derretida y arreando. Después de casi 1 hora en el horno, y otra hora para esperar a desmoldarlo, podemos disfrutar de un brownie fantástico. El toque de las galletas oreo por encima también está muy bien, creo que cuando haya un brownie casero también se las pondré.


Nos ha gustado mucho, aunque eso de que salen 10 raciones lo tendremos que dejar para los liliputienses. Yo creo que salen entre 6 y 8 ya apurando haciendo trozos muy pequeñitos. Yo, conociendo a mi familia y amigos, si hago 10 raciones y les sirvo una de esas a cada uno me llevaría fama de rácana de por vida.


Queda la mar de jugoso, que con los brownies a veces podemos pecar de demasiado horno y de que queden muy resecos. Además, calentar la ración unos segunditos en el micro antes de comerla es el no va más de jugosidad.

Yo lo acompañé de unas fresas y nata semi-montada (en la foto parece helado), con un toquecito de sirope de fresa por encima.

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Patatas fritas Déliterre extracrujientes Celigüeta (1,49 €)


Nos han gustado bastante, aunque no tanto como otras que hemos recibido en otros packs de Degustabox, creo que por ser extracrujientes. Me gustan crujientes, pero creo que tan crujientes perdían otras propiedades, y me daba la sensación de ser muy finas o estar fritas en exceso.

Igualmente, su sabor era muy correcto y tardó poco en acabarse la bolsa.

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Café cappuccino Illy issimo (1,60 €/ud.)


Yo no lo probé, pues tengo tolerancia 0 al café con cafeína. Como loca que me pongo de nerviosa con un chorrito de nada, así que lo dejé en manos de Alberto.
El primero lo probó a temperatura ambiente, y el segundo en frío, y así le gustó más.
Tiene un sabor rico, y se nota ese toque a cacao que lo hace especial (desde entonces yo me hago café descafeinado con una cucharadita de cacao en polvo también... cómo no se me habría ocurrido antes???)
Ideal para llevar de picnic o a cualquier sitio donde no puedas tomar un café recién hecho. El formato es perfecto y muy práctico.



Quizá de los productos que más nos han gustado está el brownie y los fideos Yakisoba, aunque los palitos de pipas, las tortitas, el chocolate con flor de sal también están de vicio. Como siempre, ha sido un lote muy completo, aunque esta vez no me haya dado como para hacer muchas otras recetas.


Este post ha sido redactado según el Código de Confianza C4C (Degustabox me ha proporcionado gratuitamente las muestras citadas para probarlas y reseñarlas).

jueves, 13 de marzo de 2014

Potaje de alubias con verduras

Hay muchas dietas de adelgazamiento que no permiten comer legumbres. Pero por otra parte la dieta mediterránea recomienda comer legumbres una o dos veces por semana. También hay quien dice que las legumbres no se deben combinar con proteínas de origen animal... vamos, un lío patatero.
Si pensamos con lógica y salud (y no sólo con la operación bikini en mente) las legumbres son una proteína vegetal y no tiene sentido eliminarlas de la dieta sólo porque también tienen una buena cantidad de hidratos de carbono... más bien deberíamos intentar combinarlas con vegetales u otros cereales y no caer en las habituales combinaciones con embutidos y productos grasos derivados del cerdo (que eso engorda más que la legumbre en sí misma...) 

La dieta disociada (que no sigo, porque en realidad no sigo ninguna dieta a raja tabla) sí que permite la combinación de legumbres con toda clase de vegetales, así que vamos a echar mano de la imaginación, unos botes de conservas que tengamos en casa y algunas verduras congeladas para hacernos un plato ideal en un santiamén, sin tener que acabar recurriendo siempre a la socorrida pasta.


Aunque las fotos no le hacen justicia, la verdad es que este plato estaba bien rico... 

INGREDIENTES (para 2 platazos)
-300 gr. de espinacas, frescas o congeladas
-1 bote de alubias cocidas
-1 lata de champiñones laminados (yo le puse una grande, pero mejor de las pequeñas...)
-Zanahorias baby congeladas
-2 cucharadas de aceite de oliva virgen
-1 cucharadita de pimentón La Chinata
-Sal
-Agua


PREPARACIÓN
-Rehogar los champiñones bien escurridos en una cazuela con el aceite de oliva.
-Añadir las espinacas, un poco de sal, el pimentón y rehogar a fuego vivo, removiendo continuamente. No importa si sueltan algo de agua, no hará falta escurrir el líquido.
-Cuando las espinacas ya estén cocinadas, añadir las alubias lavadas debajo del grifo, agregar las zanahorias y agua o caldo de verduras hasta casi cubrirlas. 
-Dejar hacer chup-chup hasta que las zanahorias estén blanditas. Así se integrarán los sabores.
-Rectificar de sal si hiciera falta.


NOTAS
-Que nunca falten en casa los botes de champiñones y de legumbres cocidas: pueden sacarnos de muchos apuros. Las verduras congeladas también son ideales, pues están precocidas y necesitan de una cocción mucho más corta, y sin necesidad de descongelación previa.
-Mejor añadir una lata de champiñones pequeña, y no una grande como puse yo, ya que los champiñones tomaron demasiado protagonismo en el plato. También mejor si los champiñones los troceamos un poco más, aunque eso va a gustos.
-Un buen plato de cuchara, con pocas calorías. Recomendable para variar la dieta. Lo podemos tomar como "capricho" de vez en cuando, mientras hagamos dieta, y así nos saldremos de lo típico pero sin estropear la dieta comiendo mucha guarrada.
-Ideal para comer en la oficina si disponemos de microondas para calentarlo.
-Vaaaaaaaaale.... ¡¡aceptamos añadir una rodajita de chorizo, si no sois capaces de pasar sin ella!! :-)



Este post ha sido redactado según el Código de Confianza C4C (La Chinata me ha proporcionado gratuitamente la muestra citada).

viernes, 7 de marzo de 2014

Carne rustida en la olla rápida

Estoy con modo vago activado. ¿Astenia primaveral con un mes de adelanto? podría ser...
El caso es que tengo la mente muy dispersa, y me cuesta mucho hacer cosas que requieran pensar mucho o demasiado tiempo de dedicación. Hasta tal extremo llega que me depilo una pierna hoy, y otra mañana........ jajajajaja.
Además, las tardes se me pasan pensando en la hora de meterme en la cama, así que mi día pasa a ser provechoso sólo por las mañanas (excepto los findes, que duermo hasta que el cuerpo aguanta, que suele ser cuando el estómago gruñe pa que me levante a comer...)

Conclusión: es un suplicio pensar en los menús semanales. Solución: hacer comidas que den para más de un día. No nos importa repetir menú si eso implica más rato para descansar y tener la mente desconectada de todo esfuerzo... jejeje.

Uno de los platos que me encanta hacer porque requiere poca dedicación frente a los fogones, da para más de un día, queda genial recalentado en el tupper y está bien rico es la carne rustida/guisada/asada.


Mi madre la hacía fantástica... pero se me fue antes de que tuviera interés por la cocina como para preguntarle cómo la hacía, así que busqué recetillas por la red, y he probado varias. Ésta no es igual que la que hacía mi madre, pero está muy rica y ya la he repetido varias veces. Además, las recetas de Cristina Galiano son muy buenas, todas en busca de ahorrar tiempo en la cocina, ensuciar poco, y mantener las propiedades de los alimentos al máximo... y acompañadas de muchos truquitos ideales.

Espero que esta receta os guste tanto como a mí:


INGREDIENTES (6-8 raciones)

-1 rabillo de cadera o un redondo de ternera de 1 kilo (yo uso redondo de potro, que le pido a mi carnicera que me lo dé atado)
-2 o 3 cebollas grandes
-50 gr. de aceite de oliva virgen = 5 cucharadas
-1 hoja de laurel
-1 cabeza de ajos sin pelar
-5 cucharadas de un buen brandy (yo suelo sustituirlo por vino tinto)
-10 cucharadas de agua
-Sal y pimienta blanca recién molida


PREPARACIÓN (explicación tal cual de Cristina Galiano)
-Cortar las cebollas en rodajas finas
-Lavar la cabeza de ajos entera y secarla con papel absorbente de cocina para que luego al sofreírla no salte el aceite o simplemente limpiarla en seco con un papel absorbente de cocina
-Volcar el aceite en la olla rápida, calentarlo y antes de que humee, echar las cebollas y rehogarlas hasta que empiecen a tomar color. Para que no se peguen y se vayan sofriendo en su propio jugo tapar la olla con una tapadera con pomo, mejor de cristal, que no sea la de presión y removerlas de vez en cuando con una cuchara de madera
-Cuando la cebolla vaya estando transparente, antes de que coja color, añadir la carne y dorarla bien por todas partes. Aquí estriba el secreto para conseguir en la olla una fantástica carne asada, mucho más jugosa que en el horno y utilizando una cantidad de aceite bastante menor, en dorar bien su superficie por todas partes. ¡Cuidado!, se debe dorar pero no “quemar” por lo que el aceite debe estar caliente pero no humear demasiado
-Mientras la carne se está dorando la tapa sigue puesta y solo la levantáis para darle la vuelta. Se salpica menos y sobre todo la carne no se reseca en absoluto
-Agregar también el laurel y la cabeza entera de ajos
-Cuando esté bien dorada la carne y no antes salpimentarla por todas partes
-Añadir el vino y el agua y rascar rápidamente el fondo de la olla con una cuchara de madera para “desglasearla”, es decir para arrancar todo lo que se nos ha pegado en el fondo, parte de cebolla y parte de los jugos de la carne
-Tapar la olla con su tapadera de presión y en cuanto haya cogido la presión, bajar el fuego hasta el punto que os haga falta, dependiendo de vuestra placa de calor, y cocinar durante 10 minutos
-Dejar siempre que la válvula baje por su propio peso
-En cuanto la olla se pueda abrir, comprobar que la carne está blanda pinchándola con un pincho o aguja de cocina. La carne tiene que estar dorada por fuera pero rosada y jugosa por dentro, así que no conviene pasarse de tiempo porque entonces saldría reseca.
-Retirar de la olla la hoja de laurel y la cabeza de ajos (y la carne) y triturar las cebollas con la minipimer o con la trituradora que se tenga. Si ésta es buena no habrá que pasar la salsa por el “chino” para que quede muy fina.

-Quitar las cuerdas a la carne, y hacerla rodajas. Servir y salsear por encima.

Consejos de cocina (también de Cristina Galiano)
-Éste es un plato típico de los de “Cocinar 1 día para varios”, post que aparecerá próximamente, porque junto con su salsa se conserva varios días en la nevera , y también congela estupendamente, mejor en un trozo único que ya cortada
-En estas ollas tan buenas no hace falta añadir más agua porque la carne ya tiene mucha en su composición, un 74%, que va a soltar durante la cocción con lo cual tendremos salsa suficiente
-Los vinos y licores que se usan en la cocina deben ser siempre de muy buena calidad
-Al darle la vuelta, no pinchar nunca la carne con un tenedor, porque por los agujeritos practicados saldrían al exterior sus jugos internos. Utilizar exclusivamente unas pinzas largas de acero inoxidable de cocina
-Al sofreír la carne encima de las cebollas, éstas se nos tuestan algo más, pero esto no importa siempre y cuando no estén quemadas, pues la salsa nos saldrá con más bonito color, más oscura y sabrosa
-Este plato se puede hacer con varios trozos de carne de ternera, otro trozo de cadera como el cantero, la babilla…, incluso con una pieza que se llama “pez” y que es muy tierna aunque es una carne de segunda. Tiene un nervio en la parte central que los carniceros retiran si se lo pedís.
-El “chino” es un colador en forma de embudo que se usaba antiguamente en la cocina para conseguir una salsa de textura muy fina. Hoy su uso ha quedado relegado puesto que disponemos de muy buenas trituradoras


COMENTARIOS (mis comentarios)
-Un sabor bien rico, la carne se hace en un pispás y queda realmente jugosa.
-A veces he puedo algunos de los dientes de ajo en el plato encima de la carne. A mí me gusta comérmelos. También podemos añadir alguno a la salsa antes de triturarla.
-Acompañar de unas patatas fritas, arroz blanco o pimientos u otras verduras asadas.
-Aunque queramos variar los ingredientes de la salsa, la base para hacer una carne rustida en poco rato es ésta: sofreír ingredientes de la salsa, dorar encima la carne, desglasear con agua+vino/licor, cerrar la olla a presión durante unos 10 minutos, sacar la carne y triturar la salsa.
-Ideal para llevar en el tupper. Admite congelación y recalentado en el microondas y sigue quedando divina.